El escritor guerrerense Ignacio Manuel Altamirano creó grupos de estudio relacionados a la investigación de la Historia de México, las Lenguas de México, pero asimismo fue impulsor del estudio de la cultura universal. Fue también diplomático, y en estos cargos desempeñó la labor de promover culturalmente al país en las potencias extranjeras. Fue cónsul de México en Barcelona y Marsella y a fines de 1892 se le comisionó como embajador en Italia. Murió el 13 de febrero de 1893 en San Remo, Italia. La influencia de Altamirano se evidenció en el nacionalismo, cuya principal expresión fueron las novelas de corte campirano. Escritores de esta escuela fueron Manuel M. Flores, José Cuéllar y José López Portillo y Rojas.
Poco después surgió en México el modernismo, que abandonó el orgullo nacionalista para recibir la influencia francesa. Esta teoría fue fundada por el poeta nicaragüense Rubén Darío y proponía una reacción contra lo establecido por las costumbres literarias, y declaraba la libertad del artista sobre la base de ciertas reglas, inclinándose así hacia el sentimentalismo. La corriente modernista cambió ciertas reglas en el verso y la narrativa, haciendo uso de metáforas. Los escritores modernistas de México fueron Luis G, Urbina y Amado Nervo.
Como consecuencia de la filosofía positivista en México, se dio gran importancia al estudio de la historia. El gobierno de Díaz necesitaba lograr la unión nacional, debido a que aún existían grupos conservadores en la sociedad mexicana. Por ello, el Ministerio de Instrucción Pública, dirigido por Justo Sierra usó la historia patria como un medio para lograr la unidad nacional. Se dio importancia especial a la Segunda Intervención Francesa en México, a la vez que se abandonó el antihispanismo presente en México desde la Independencia.
En 1887, Díaz inauguró la exhibición de monolitos prehispánicos en el Museo Nacional, donde también fue mostrada al público una réplica de la Piedra del Sol o Calendario Azteca. En 1908 el museo fue dividido en dos secciones: Museo de Historia Natural y Museo de Arqueología. Hacia principios de 1901, Justo Sierra creó los departamentos de etnografía y arqueología. Tres años después, en 1904 durante la Exposición Universal de San Luis —1904— se presentó la Escuela Mexicana de Arqueología, Historia y Etnografía, que presentó ante el mundo las principales muestras de la cultura prehispánica.
El avance de la instrucción pública fue favorecido por el positivismo, y por su representante mexicano Gabino Barreda. Durante el Porfiriato se sentaron las bases de la educación pública, que siempre fue respaldada por los intelectuales de índole liberal. En 1868, todavía durante el gobierno de Juárez, se promulgó la Ley de Instrucción Pública, que no fue aceptada por la Iglesia Católica. Joaquín Baranda, ministro de Instrucción Pública, desarrolló una campaña de conciliación con la Iglesia, y aplicó a la educación el aspecto positivista, sin dejar de lado el humanismo. Se buscaba que todos los alumnos tuvieran acceso a la educación básica, pero para ello se tuvo que enfrentar a caciques y hacendados, además de la falta de vías de comunicación en las zonas rurales. La instrucción primaria superior se estableció en 1889 y tuvo por objeto crear un vínculo entre la enseñanza elemental y la preparatoria.
En 1891 fue promulgada la Ley Reglamentaria de Educación, que estableció la educación como laica, gratuita y obligatoria. Asimismo fueron instituidos los llamados Comités de Vigilancia. Para que los padres y tutores cumplieran con la obligación constitucional de mandar a sus hijos o pupilos a la escuela. Baranda fundó más de doscientas escuelas para maestros, que una vez egresados se dirigieron a enseñar a las ciudades del país. Sin embargo, en las zonas rurales la falta de desarrollo social provocó un rezago educativo.
Durante las fiestas del Centenario de la Independencia de México, Justo Sierra presentó ante el Congreso de la Unión, una iniciativa para crear la Universidad Nacional de México, como dependencia agregada al Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes. La ley fue promulgada el 26 de mayo, y el primer rector universitario fue Joaquín Eguía Lis, durante los años de 1910 a 1913. Las escuelas de Medicina, Ingeniería y Jurisprudencia habían funcionado separadas durante más de cuarenta años, pero con esta ley se reunían todas, junto con la Escuela Nacional Preparatoria, en la Universidad Nacional de México. Pocos años después de culminar la Independencia, fue suprimida la Real y Pontificia Universidad de México, ya que había sido considerada un símbolo del Virreinato de Nueva España, como una muestra de desprecio ante la cultura española. Años después se intentó restaurar la institución, pero las guerras civiles y las confrontaciones políticas lo impidieron. Hubieron varios grupos sociales contra su gobierno pero el que mas destaca es el de los "magonistas" un pequeño grupo de "bandidos" guiados supuestamente por los intereses personales de los hermanos Flores Magón, sin embargo ellos se llamaban a sí mismos "liberales" y después "anarquistas". Tiempo después historiadores usaron el término "magonismo" para identificar el movimiento influido por el pensamiento de los Flores Magón y otros colaboradores del periódico Regeneración como Librado Rivera, Anselmo L. Figueroa y Práxedis G. Guerrero. A principios del siglo XXI, organizaciones sociales e indígenas en México reivindican la tradición de lucha magonista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario